Iniciativa Nº 9.559: Implementación efectiva y evaluación de un Plan de Educación Sexual Integral
El estado debe garantizar la implementación efectiva y evaluación de un Plan de Educación Sexual Integral con foco en la prevención de la violencia
Tipo de propuesta
Agregar artículo a Capítulo II: Derechos y libertades fundamentales, garantías y deberes constitucionales
Propuesta de nuevo artículo
El Estado debe garantizar la implementación efectiva de un Plan de Educación Sexual Integral y de un sistema de evaluación y mejora continua, que establezca mecanismos de fiscalización y actualización que consideren los diferentes contextos y necesidades locales del estudiantado, dando prioridad transversal a la prevención de la violencia de género.
Argumentos que respaldan la propuesta
Incluir en la Constitución la garantía de una implementación efectiva de un Plan de Educación Sexual Integral (ESI), es crucial para asegurar la promoción de la salud y el bienestar de todas y todos.
La Educación Sexual Integral brinda información precisa y científicamente respaldada sobre diversos aspectos de la sexualidad humana, incluyendo la prevención de enfermedades e infecciones de transmisión sexual, incluida las producidas por el VIH, la anticoncepción, el consentimiento y las relaciones saludables (OMS, 2023). Al hacerlo, no solo proporciona conocimientos y habilidades, sino que también empodera a las personas para que tomen decisiones informadas y responsables acerca de su propia salud y sexualidad, lo que les permite ejercer su autonomía plena y contribuye al desarrollo personal y al fortalecimiento de la dignidad humana.
Al dar prioridad transversal a la prevención de la violencia en la ESI, se busca abordar y erradicar formas de violencia sexual desde su raíz. Desempeña un papel fundamental al fomentar el respeto mutuo y otorgar competencias y herramientas para la denuncia oportuna de abuso sexual infantil. Sobre todo, cuando un 24,5% de las mujeres chilenas entre 15 y 19 años declaró haber sufrido algún tipo de violencia sexual (MinMujer y Humanas, 2021).
Por otro lado, es una herramienta poderosa para reducir las desigualdades existentes en la sociedad. Al proporcionar acceso igualitario a la ESI, independientemente de la ubicación geográfica o el nivel socioeconómico, se contribuye a cerrar la brecha de conocimiento y a garantizar que todas las personas tengan las mismas oportunidades para el cuidado y ejercicio de su salud. Esto es especialmente importante para quienes enfrentan mayores desafíos para acceder a información y servicios de salud sexual.
El vacío que existe sobre este tipo de educación en Chile no es menor. El 83% de los jóvenes accede a información de sexualidad a través de redes sociales y un 71% lo hace por medio de páginas de internet (INJUV, 2019). Frente a esto, 9 de cada 10 niñas le da importancia máxima a recibir ESI en la sala de clases (Fundación Tremendas, 2023).
Hoy, Chile tiene un marco legal que reconoce y garantiza el derecho a la educación integral en sexualidad y la información sobre salud sexual y reproductiva; sin embargo, carece de una política nacional que integre los recursos necesarios para hacerla efectiva. No existen mecanismos que evalúen su implementación en los establecimientos educativos ni menos control de qué es lo que se les está enseñando.
Aunque los programas de ESI no son los mismos en todas partes, en las orientaciones técnicas de las Naciones Unidas, que fueron desarrolladas conjuntamente por la UNESCO, UNFPA, UNICEF, ONU Mujeres, ONUSIDA y la OMS, se recomienda que estos programas se basen en un plan de estudios establecido; sean científicamente correctos; se adapten a las diferentes edades, y sean integrales, es decir, que abarquen diversos temas sobre sexu
Esta es una propuesta de
Fundación Tremendas Inspirar, visibilizar, fortalecer y consolidar un movimiento inclusivo de niñas, adolescentes y jóvenes comprometidas y protagonistas de la transformación de su sociedad, su entorno y el logro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).
Representada por
Paulina Faúndez Tobar