Iniciativa Nº 10.203: Cámara de Diputados elegida por sorteo democrático.

Los miembros de la Cámara de Diputados serían seleccionados por sorteo democrático entre todos los ciudadanos del país.

Esta propuesta cuenta con

37 Apoyos de la Ciudadanía

Ya no se aceptan más apoyos

Tipo de propuesta

Modificación de Artículo Nº 54, Capítulo IV: Congreso Nacional

Propuesta de artículo

Artículo Anteproyecto

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Argumentos que respaldan la propuesta

La clase política es el estamento con menor legitimidad y aprobación en nuestro país según todas las encuestas. El actual proceso constituyente, originado y dirigido por dicha clase, es visto por muchos como como un intento de ésta de acaparar aún más poder.

En tal escenario, es posible que la única forma de salvar el proceso constituyente y preservar la legitimidad de nuestro sistema democrático sea recurrir a instituciones provenientes de los orígenes de la democracia. Puede ser imprescindible que la clase política tenga que renunciar a una importante parcela de poder -y que esta vuelva a la ciudadanía- para reforzar la legitimidad del sistema y mantener a raya las tentaciones autoritarias.

Establecer una instancia institucional relevante con origen demárquico o lotocrático, logra esto.

La demarquía tiene diversas ventajas:

Diversidad representativa: Garantiza una representación más equitativa y diversa de la sociedad en términos de género, edad, origen étnico, ocupación, nivel de ingresos, etc. Esto es porque la selección de los representantes se realiza al azar entre los ciudadanos elegibles, y no está basada en popularidad, poder o influencia.

Reducción de la polarización política: Dado que los representantes no son elegidos por voto popular, no hay necesidad de campañas electorales polarizadoras. Esto puede ayudar a reducir la polarización política y a promover un clima de cooperación y consenso.

Enfoque en el interés público: En una demarquia, los representantes no necesitan preocuparse por ganar elecciones o agradar a los donantes de campaña, lo que puede liberarlos para tomar decisiones basadas únicamente en el interés público.

Mitigación de la corrupción: Al eliminar las elecciones, se puede mitigar la corrupción política y el clientelismo, ya que no hay incentivos para comprar votos o hacer promesas insostenibles.

Educación cívica y participación: La participación obligatoria en el poder legislativo puede ser una forma efectiva de educación cívica para los ciudadanos seleccionados, lo que a su vez puede estimular una mayor participación y compromiso con los asuntos públicos en la generalidad de la población. Las actuales condiciones económicas del cargo de Diputado deberían asegurar un nivel alto de interés de los ciudadanos en asumir ese rol.

Los riesgos de la demarquia, esto es, la potencial falta de experiencia y competencia de los miembros sorteados, y los riesgos de eficiencia y legitimidad, se ven minimizados en el actual contexto político nacional. Es muy probable que la Cámara de Diputados mejore dichos parámetros al establecer un origen demárquico de sus miembros.

Una Cámara Baja demárquica sería innovadora a nivel comparado, podría reencantar a la ciudadanía con el actual proceso consituyente y mejorar sus posibilidades de éxito.

Esta es una propuesta de

Andrés Chirgwin