Iniciativa Nº 1.091: Deber constitucional de la acción educativa

La acción educativa requiere un marco de protección y garantía constitucional en su ejercicio, lo que exige deberes a educadoras y profesores

Esta propuesta cuenta con

104 Apoyos de la Ciudadanía

Caracterización

Ya no se aceptan más apoyos

Tipo de propuesta

Modificación de Artículo Nº 38, Capítulo II: Derechos y libertades fundamentales, garantías y deberes constitucionales

Propuesta de artículo

Artículo Anteproyecto

Significado:   Agrega       Elimina  

Argumentos que respaldan la propuesta

El fundamento que sostiene este requerimiento es simple. Si la Constitución que se busca ofrecer al país va a refrendar una serie de deberes que apuntan al modo de ser antropológico y al modo de hacer ético de los habitantes de Chile, tal como se puede advertir en los ocho deberes constitucionales que ha planteado la Comisión de Expertos, entonces resulta difícil entender que la propuesta no considere una referencia explícita al área educativa en este novedoso capítulo de Deberes.

El rango de importancia que los expertos dieron a los ciudadanos que ejercen funciones públicas en cuanto a la probidad en todas sus actuaciones para combatir la corrupción es tan importante como lo que señalo respecto al servicio educativo. Me atrevería a afirmar incluso, que el servicio educativo ha de tener una primerísima prioridad, porque son las personas (en este caso jóvenes bien educados), los que renovarán las instituciones con su modo de ser y de hacer.

Vale la pena subrayar que personas bien formadas son capaces de tomar decisiones coherentes con sus fines existenciales, como también mejorar la calidad de las relaciones interpersonales y la vida social.

Tal como están redactados los ocho deberes, resulta inexplicable una ausencia referida al ámbito educacional en su aspecto de enseñanza, máxime si el país lleva décadas sumido en una crisis educacional, situación conocida y sufrida por todos. Desde esta perspectiva, se hace necesario complementar la actual redacción de los Deberes, incorporando una referencia explícita para comprometer a la ciudadanía en torno a unos principios y fines educativos que, por una parte, haría justicia a un debilitado estatus de la profesión docente, y por otra parte se cuidaría una actividad que es clave para el desarrollo y prosperidad de todos.

Esta es una propuesta de

Germán Gómez V.