Esta propuesta cuenta con

89 Apoyos de la Ciudadanía

Ya no se aceptan más apoyos

Tipo de propuesta

Modificación de Artículo Nº 13, Capítulo I: Fundamentos del orden constitucional

Argumentos que respaldan la propuesta

Antecedentes:

El país estos años ha vivido una fuerte influencia extranjera, sea producto de la globalización de los medios de comunicación, como también de la llegada de los migrantes a nuestro país, ambas cosas son positivas y enriquecen a Chile, pero, a su vez, nuestros niños y jóvenes están creciendo sin conocer las riquezas de nuestras tradiciones y son las costumbres extranjeras las que han ido ganando terreno.

Países hermanos han trabajado este tema y han realizado una labor hermosa en poner las tradiciones en un puesto privilegiado. Pero Chile está al debe en esta tarea y es necesario desde nuestro principal acuerdo social cambiar esta realidad y poner a las tradiciones chilenas y de nuestros pueblos originarios en el sitial que merecen y que nuestro futuro necesita. Debemos identificar y valorar lo que nos hace inconfundiblemente chilenos y no alemán, no francés, no argentino y no brasileño, CHILENOS.

El Convenio 169 de la OIT señala en su art. 2, n° 2, letra b, que los Gobiernos deben incluir medidas que promuevan la plena efectividad de los derechos sociales, económicos y culturales de esos pueblos, respetando su identidad social y cultural, sus costumbres y tradiciones, y sus instituciones; y es bajo este criterio que se debiera resolverse la protección de las tradiciones nacionales del pueblo de Chile y los diferentes grupos que lo conforman (mundo rural, pueblos originarios, regiones).

Fin perseguido:

Las tradiciones son conocimiento vivo. Ellas motivan mantener una identidad colectiva, que a su vez sirve para dar forma a las identidades individuales. Nuestras tradiciones cumplen ese rol de fortalecer el sentido de pertenencia, de sentirnos orgullosos de ser chilenos.

Por eso queremos ver un Chile que proteja y difunda las tradiciones, estableciendo un reconocimiento constitucional de este deber, tatuarlo como un principio rector y, con ello, generar una estrella de Belén que guíe a todo nuestro ordenamiento normativo.

Argumentos de la propuesta:

Un país que no proteja las diferentes expresiones de sus habitantes -expresiones que pasaron a ser costumbres hasta llegar a ser llamadas tradiciones- será un país insípido. Nuestros pueblos por cientos de años han ido desarrollando nuestras tradiciones, que son el tesoro más importante de nuestro país, su ADN. Sin una consagración constitucional de nuestras tradiciones, se provocará que seguirán perdiéndose tradiciones en pos de la mal llamada modernidad.

Se debe proteger las tradiciones como deber del Estado, ya que se necesita los recursos para poder desarrollar actividades de rescate y difusión, y de una política de difusión y enseñanza en todos nuestros niveles educativos.

Para finalizar, es fundamental que Chile se comprometa al reconocimiento, fomento y resguardo de las actividades tradicionales de nuestro país tanto en el ámbito folclórico, deportivo, arquitectónico y recreativo. Con esta propuesta Chile reconoce y se hace cargo de esta necesidad.

Esta es una propuesta de

Alex Becerra E.