Iniciativa Nº 4.099: Seguro estatal para evitar la pérdida de la propiedad familiar
Toda familia tiene el derecho elemental, básico y sagrado a poseer una vivienda, pero esa propiedad ha de ser inembargable.
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Agregar artículo a Capítulo II: Derechos y libertades fundamentales, garantías y deberes constitucionales
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Artículo 21: El derecho a la vivienda adecuada.
Dice "El Estado promoverá, a través de instituciones públicas y privadas, acciones tendientes a la satisfacción progresiva de este derecho, con preferencia de acceso a la vivienda propia, de conformidad a la ley".
Debiera decir. "El Estado siempre ha de asegurar el derecho a la vivienda; con especial énfasis en la vivienda familiar. El Estado reconoce y protege de manera especial ese bien, en consideración a que la vivienda familiar cobija a la unidad básica de la sociedad que es la familia. Con ese fin el Estado promoverá, a través de instituciones públicas y privadas, acciones tendientes a la satisfacción progresiva de este derecho, con preferencia de acceso a la vivienda propia, de conformidad a la ley.
Así mismo, habiéndose logrado la vivienda familiar básica, ese bien ha de ser inembargable, no importando las circunstancias; sino que el Estado ha de ir en socorro de quién está en riesgo de perder (o perdió) su único bien fundamental.
Argumentos que respaldan la propuesta
Esta iniciativa ya la he enviado, pero, al parecer contenía un error. El argumento principal es la experiencia personal de haber perdido mi única vivienda, comprada con enorme esfuerzo y en general habiendo cumplido con todas las reglas del juego (entiéndase, con el sistema financiero-bancario), mas igual fui devorado por un sistema que no respeta a la persona en sus momentos débiles. Así fue como una súbita cesantía me llevó a abandonar el pago de los dividendos; entonces, el Banco se comportó como un ente frío y sin ninguna sensibilidad (lo que es bastante entendible) y simplemente me ejecutó. Es esa fase dónde hace falta un mecanismo de salvataje, como un SEGURO universal con respaldo del Estado para contribuyentes en bancarrota. NO se trata de perdonazos con fondos fiscales; se trata de salvar a una familia financieramente moribunda. Porque además, detrás d estos casoso se esconden dramas de muchos tipos, que alimentan situaciones límites. Mi caso es haber sido víctima de negociaciones muy oscuras que giran en torno a las viviendas que se van a remate, y que las adquieren grupos inescrupulosos que lucran de manera inhumana con la desgracia ajena (esta cuestión es además un tema de atropello a los DERECHOS HUMANOS). Hoy, a los 70 años, me he quedado sin mi casa y con muy escasas posibilidades a esta edad de comprar, o conseguir otra.
No puede ser que una nación bien constituida, que protege la propiedad privada -cosa fundamental- por otro lado, descuide algo tan importante como es proteger la vivienda familiar, que es el nido elemental que hace posible la vida familiar, y es el ladrillo y sillar de la sociedad y su salud como ente global.
Esta es una propuesta de
Sergio Carrasco Á.