Iniciativa Nº 5.591: Fomentar la alimentación saludable
Así cómo se establecieron políticas de estado para combatir la desnutrición infantil en los años 50, debiera ahora abordarse la obesidad.
Tipo de propuesta
Agregar artículo a Capítulo II: Derechos y libertades fundamentales, garantías y deberes constitucionales
Propuesta de nuevo artículo
Se propone agregar el numeral e) al texto existente:
21. El derecho a la protección de la salud en sus dimensiones física, mental y social.
a) El Estado protege el libre, universal, igualitario y oportuno acceso a las acciones de promoción, prevención, protección y recuperación de la salud y de rehabilitación de la persona. Le corresponderá, asimismo, la coordinación y control de dichas acciones, asegurando su disponibilidad, accesibilidad, aceptabilidad y calidad, abordando sus determinantes sociales y ambientales, de conformidad a la ley.
b) Es deber preferente del Estado garantizar la ejecución de las acciones de salud, a través de instituciones estatales o privadas, en la forma y condiciones que determine la ley.
c) El Estado deberá crear, preservar y coordinar una red de establecimientos de salud, de acuerdo con estándares básicos y uniformes de calidad.
d) El Estado fomentará la práctica deportiva con el fin de mejorar la salud y calidad de vida de las personas.
e) El Estado fomentará la alimentación saludable, con especial especial énfasis en la alimentación de niños y niñas de acuerdo a estándares internacionales que reglamentan su consumo y uso.
Argumentos que respaldan la propuesta
Una de las grandes enfermedades que afectan a nuestra población es la obesidad, que afectan por igual a adultos y niños. Los gastos en salud pública derivados de esta patología afecta significativamente el erario nacional y por cierto la calidad de vida de quienes la padecen. El Estado debería velar por la protección de sus ciudadanos mediante campañas que informen a la población del efecto nocivo de ingerir una alimentación no saludable. Especial cuidado debiera merecer la alimentación de nuestros niños y niñas considerando las normas internacionales de países desarrollados que regulan su consumo y uso.
Esta es una propuesta de
David Carre T.