Iniciativa Nº 6.059: Formación cívica y el ejercicio de derechos civiles y políticos

La nueva Constitución debe asegurar y fomentar el desarrollo de la educación cívica, estableciéndola como una política de Estado (no de gobierno).

Esta propuesta cuenta con

945 Apoyos de la Ciudadanía

Caracterización

Ya no se aceptan más apoyos

Tipo de propuesta

Modificación de Artículo Nº 16.22, Capítulo II: Derechos y libertades fundamentales, garantías y deberes constitucionales

Propuesta de artículo

Artículo Anteproyecto

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Argumentos que respaldan la propuesta

Propuesta de norma constitucional

“Formación cívica y el ejercicio de derechos civiles y políticos”

I. Propuesta de norma:

Comprendiendo que el actual anteproyecto en su artículo 16 número 22 letra G, encomienda al Estado el “fomentar la formación cívica”, se sugiere agregar al final de tal disposición de la letra G:

“La formación cívica será obligatoria en todos los establecimientos educacionales de enseñanza media y superior, siendo sus contenidos básicos y enseñanza determinados por ley”.

II. Justificación:

La educación en general es esencial para el desarrollo de una sociedad, proporcionando igualdad de oportunidades y mejoras a la calidad de vida de sus habitantes. Esto se ve manifestado en la garantía constitucional específica en la materia. Sin embargo, en el siglo XXI nos encontramos en la necesidad de reforzar una determinada área que, si bien trata sobre esta garantía, se presenta como fundamento de otra, como lo son los derechos civiles y políticos, propios de una democracia moderna.

El constante avance tecnológico, no sólo aporta beneficios significativos a nuestra calidad de vida, sino que también abre posibilidades para que estos avances sean empleados con fines mezquinos que pueden contradecir el interés público. Esto puede resultar en un desbalance, donde el ciudadano común, cargado con las responsabilidades y ocupaciones de la vida diaria, puede quedar desinformado y susceptible respecto de aquellos que logran "gritar más fuerte" ya sea en los medios de comunicación tradicionales como otros que van apareciendo, sin tener en cuenta la veracidad de sus afirmaciones.

Esto plantea riesgos para el ejercicio de los derechos civiles y políticos y puede, de hecho, debilitar la estructura democrática en su totalidad. Las garantías constitucionales, como el derecho a asociación, formación de partidos políticos y derechos electorales, además de las nuevas instancias de participación política en la creación y derogación de leyes, así como el sufragio en plebiscitos y referendos, pueden convertirse en un arma de doble filo.

Por ende, es vital que la carta fundamental de nuestro país vaya más allá, garantizando no solo, por una parte, derechos civiles y políticos como los mencionados y por otra, el derecho a la educación, sino también el derecho a una educación cívica material y efectiva. Estos son pilares fundamentales para el ejercicio verdadero y consciente de estos derechos. Dicho de otro modo, una formación ciudadana sólida permitirá que estos derechos se ejerzan de manera significativa y práctica, más allá de una mera formalidad declarativa.

En consecuencia, la nueva Constitución debe asegurar y fomentar el desarrollo de la educación cívica, estableciéndola como una política de Estado (no de gobierno). Esta es esencial para fortalecer la democracia y preparar a los ciudadanos para interactuar con las instituciones políticas actuales y futuras, considerando aún más, los cambios que implican una nueva carta fundamental.

Esta es una propuesta de

Cívica popular Proyecto personal con apoyo popular y sin fines de lucro, para la difusión de la educación cívica. Próxima a convertirse en fundación educacional.  

Representada por

Carlos Muñoz L.