Iniciativa Nº 8.363: Derecho al Territorio y la Ciudad
Derecho a la ciudad y al territorio como un derecho colectivo orientado al bien común basado en el ejercicio pleno de los derechos humanos
Tipo de propuesta
Agregar artículo a Capítulo II: Derechos y libertades fundamentales, garantías y deberes constitucionales
Propuesta de nuevo artículo
1. El derecho a la ciudad y al territorio es un derecho colectivo orientado al bien común y se basa en el ejercicio pleno de los derechos humanos en el territorio, en su gestión democrática y en la función social y ecológica de la propiedad.
2. En virtud de ello, toda persona tiene derecho a habitar, producir, gozar y participar en ciudades y asentamientos humanos libres de violencia y en condiciones apropiadas para una vida digna.
3. Es deber del Estado ordenar, planificar y gestionar los territorios, las ciudades y los asentamientos humanos; así como establecer reglas de uso y transformación del suelo, de acuerdo con el interés general, la equidad territorial, sostenibilidad y accesibilidad universal.
4. El Estado garantiza la protección y el acceso equitativo a servicios básicos, bienes y espacios públicos; la movilidad segura y sustentable; la conectividad y seguridad vial. Asimismo, promueve la integración socioespacial y participa en la plusvalía que genere su acción urbanística o regulatoria.
5. El Estado garantiza la participación de la comunidad en los procesos de planificación territorial y políticas habitacionales. Asimismo, promueve y apoya la gestión comunitaria del hábitat.
Argumentos que respaldan la propuesta
Ante la desregulación constitucional de los derechos económicos, sociales, culturales y ambientales, así como la exclusiva protección del derecho de propiedad, sin mayores obligaciones con la sociedad, entre otros aspectos que vulneran esa relación original; se hace necesario garantizar que cada persona que habite o que esté en tránsito en y por los distintos territorios del país, tenga la posibilidad de acceder y de practicar de manera íntegra, plena y equitativamente, de todos y cada uno de los derechos que constituyen el Derecho a la Ciudad; es decir, de la capacidad de usar y usufructuar de los aspectos, elementos y redes relacionales y productivas que componen la dinámica urbana, con base a los principios de justicia social, democracia, participación, igualdad, sustentabilidad y respeto a las diversidades sociales y culturales, de la naturaleza y el medioambiente. Sustentada por estos principios, la Carta Mundial por el Derecho a la Ciudad establece los siguientes Derechos confluyentes: 1) Relativos al ejercicio de la ciudadanía y a la participación en la planificación, producción y gestión de la ciudad: Planificación y gestión de la ciudad; Producción social del hábitat; Desarrollo urbano equitativo y sustentable; Derecho a la Información pública; Libertad e integralidad; Participación política, Derecho de asociación, reunión, manifestación y uso democrático del espacio público urbano; Derecho a la Justicia; y el Derecho a la seguridad pública y a la convivencia pacífica, solidaria y multicultural. 2) Relativos al desarrollo económico, social cultural y ambiental de la ciudad: Derecho al agua, al acceso y suministro de servicios públicos domiciliarios y urbanos; Derecho al transporte público y movilidad urbana; Derecho a la Vivienda; Derecho al trabajo; y el Derecho a un medio ambiente sano y sustentable.
Se trata por tanto, de la gestión y producción democrática, libre, participativa, directa y vinculante del territorio y de la ciudad; del adecuado equilibrio entre lo urbano y lo natural, de manejo sostenible del entorno y de los recursos naturales y energéticos, así como de cadenas productivas respetuosas con el medioambiente; de justicia territorial, inclusión social y distribución equitativa de bienes públicos; del bien común garantizado desde la función social y ecológica de la propiedad y del suelo; con espacios abiertos al intercambio, al encuentro, al ocio, la recreación y el libre desplazamiento de las personas; y de reconocerse como habitante de un entorno espacial armónico, donde participar ciudadanamente y desarrollarse de forma plena; donde gozar del paisaje natural, las vistas, el sol, el aire, el agua y la naturaleza en su conjunto, incluida la tierra y el subsuelo.
Cualquiera sea la escala del asentamiento y la red territorial urbana, rural o natural, que se despliega a través de éste, en atención a sus particularidades geográficas, espaciales y socio-culturales y al ejercicio responsable con el medioambiente, democrátic
Esta es una propuesta de
Arquitectas y Arquitectos por un Chile Digno Movimiento social formado por Arquitectos con presencia en todas las regiones del país y extranjero, parte de las luchas sociales del pueblo chileno contra sistema neoliberal
Representada por
Víctor Gálvez A.