Iniciativa Nº 8.511: LOS CONSEJOS CIUDADANOS COMO UN ÓRGANO FUNDAMENTAL PARA LA EVALUACIÓN DE LAS POLÍTICAS DE ESTADO
Se propone constituir Consejos Ciudadanos, encargados de evaluar, en el mediano y largo plazo, las políticas estatales y sus procedimientos
Esta propuesta cuenta con
12 Apoyos de la Ciudadanía
Ya no se aceptan más apoyos
Tipo de propuesta
Modificación de Artículo Nº 49, Capítulo III: Representación política y participación
Propuesta de artículo
Artículo Anteproyecto
1. Los órganos de la Administración del Estado deberán garantizar la participación de las personas en la gestión pública, estableciendo condiciones favorables para su ejercicio efectivo.
2. La ley deberá contemplar audiencias o consultas públicas en los procesos de elaboración de normas de carácter general en los diversos niveles de la Administración del Estado, así como los mecanismos necesarios para recopilar y sistematizar los datos e información generada en las referidas audiencias o consultas.
Argumentos que respaldan la propuesta
LA MEJOR DEMOCRACIA DEL MUNDO
Evaluación de las Políticas de Estado por parte de Consejos Ciudadanos.
Fernando W. Varela A.
I. El Diagnóstico
Hay diversas razones por las que las democracias actuales pueden considerarse débiles, en el sentido que presentan escasa injerencia de su ciudadanía, en lo que se refiere a la posibilidad que ella tenga sobre la evaluación, conducción, cambios y mejoras de las Políticas Públicas.
En Chile, y una diversidad de países, con realidades políticas muy diversas, no existen –actualmente- instancias ciudadanas, con poder suficiente, con sistemas adecuados, que le permitan a sus ciudadanos ejercer poder en cuanto a evaluar sus propias políticas públicas, que nos atañen a todos y todas.
Tal evaluación - cuando existe- se limita, por lo general, al voto. Se suceden, cuando ello resulta posible, diversos representantes para ejercer las funciones políticas de alto o mediano nivel, tal como se encuentra en el sistema de representación en el Gobierno, en el Congreso o en niveles intermedios, como puede ser el caso de Gobernaciones, Municipios, etc.
Por ello, en muchas de nuestras democracias, la ciudadanía se siente alejada del análisis, evaluación, el veto y, por supuesto, de su cambio.
En la actualidad, por tanto, en cuanto a las democracias actuales se refiere, cuando existe, el gran –y único mecanismo real del poder ciudadano- se extiende al voto. Las otras instancias -manifestaciones, protestas, rebeliones, migraciones forzadas y otras manifestaciones del descontento ciudadano, tal como es el alejamiento de la política, como sucede con el hecho de no concurrir a votar, votar blanco o nulo, por ejemplo- son ejemplos claros de descontento que tienen, por su misma naturaleza, más de frustración que de avance en nuestras democracias.
Así, la ciudadanía se encuentra alejada de las verdaderas instancias que permitirían evaluar, cambiar o vetar políticas públicas que nos atañen a todos y todas. De un modo real, ordenado, claro y efectivo.
Nuestra actual democracia descansa, sobre-dimensionadamente, en la institucionalidad diseñada para que sean los partidos políticos, con sus miembros, la principal representación ciudadana, casi sin contrapesos, en el Orden Institucional vigente. Esta sobre-dimensionalidad puede y debe contrarrestarse con instituciones que otorguen un mayor equilibrio de poderes, a favor de una participación ciudadana mucho más amplia, representativa, fuerte y directa.
II. LA PROPUESTA DEL “CUARTO PODER”. El PODER CIUDADANO
En base a lo anterior, propongo considerar la creación de un “Cuarto Poder”. Tal como suceden las cosas actualmente, los poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial, así como otras instancias relativamente autónomas, como el Banco Central, se encargan de los asuntos públicos con –a veces, no siempre- consecuencias magras.
Un Cuarto Poder -que propongo se le denomine Poder Ciudadano- estaría encargado de seleccionar, evaluar, aprobar o vetar el ejercicio de
Esta es una propuesta de
Fernando Varela A.