Iniciativa Nº 8.891: Protección del derecho al descanso, tranquilidad y a vivir en ambientes libres de contaminación acústica para el cuidado de la salud física y mental
El Estado protegerá la salud física, mental y social promoviendo la eliminación de ruidos molestos en barios, condominios y vecindarios.
Esta propuesta cuenta con
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Tipo de propuesta
Modificación de Artículo Nº 16.21, Capítulo II: Derechos y libertades fundamentales, garantías y deberes constitucionales
Propuesta de artículo
Artículo Anteproyecto
La Constitución asegura a todas las personas:
El derecho a la protección de la salud en sus dimensiones física, mental y social.
a) El Estado protege el libre, universal, igualitario y oportuno acceso a las acciones de promoción, prevención, protección y recuperación de la salud y de rehabilitación de la persona. Le corresponderá, asimismo, la coordinación y control de dichas acciones, asegurando su disponibilidad, accesibilidad, aceptabilidad y calidad, abordando sus determinantes sociales y ambientales, de conformidad a la ley.
b) Es deber preferente del Estado garantizar la ejecución de las acciones de salud, a través de instituciones estatales o privadas, en la forma y condiciones que determine la ley.
c) El Estado deberá crear, preservar y coordinar una red de establecimientos de salud, de acuerdo con estándares básicos y uniformes de calidad.
d) El Estado fomentará la práctica deportiva con el fin de mejorar la salud y calidad de vida de las personas.
Argumentos que respaldan la propuesta
Respecto de la norma propuesta en el anteproyecto, que se refiere a salud física, mental y social, incluí que el Estado debe proteger el descanso y la tranquilidad de las personas promoviendo barrios y vecindarios libres de contaminación acústica.
La contaminación acústica en especial la producida por personas que escuchan música a fuertes volúmenes a cualquier hora del día, se ha convertido en un problema grave que perturba el descanso y la tranquilidad de muchos barrios y condominios. Es una verdadera pandemia que afecta la convivencia entre vecinos, genera antipatías, crispa los ánimos, es una fuente de conflictos e incluso violencia. En mi opinión, la cultura chilena está a la deriva respecto de marcos valóricos; se ha ido posicionando una libertad mal entendida sin responsabilidad ni respeto por los derechos de los demás, en especial, de los adultos mayores, niños, embarazadas, y trabajadores que deben levantarse temprano para sostener la economía del país.
Esta es una propuesta de
José Salazar A.